No es fácil cuando nos toca salir del lugar cómodo, seguro o la zona de confort donde nos hemos acostumbrado a estar. Permanecer en lo conocido, saberse de memoria el procedimiento, tratar siempre con las mismas personas y conocer el camino SIEMPRE SERÁ LO MÁS FÁCIL. Lo seguro y lo predecible de cada día, nos lleva a no esforzarnos, llegamos a depender más de nosotros mismos que de Dios, porque todo lo tenemos bajo control. Es allí entonces, cuando el Señor nos adentra a dar nuevos pasos de fe, hacia lo incierto y lo desconocido. Ésto le ocurrió al padre de la fe: Abraham, el Señor le pide que dejara todo lo conocido y confiara en una promesa que aún no podía ver. En nuestras vidas, la “zona de confort” puede ser el trabajo, una rutina, una relación o tener una mentalidad que se quedó en la monotonía de ver siempre lo mismo. Cuando caemos en ese letargo y nos “acomodamos”, olvidamos que Dios nos mueve el piso en el momento en que dejamos de depender de él.

Algunos sienten que el Señor les abandonó o no saben por qué comenzó a irles mal. Lo que no se dan cuenta es que dejaron a Dios en un segundo o tercer lugar y las prioridades de hoy en sus vidas son otras. Dios no te quiere estancado amado lector, sino que avances y confíes en su guianza para que puedas experimentar Su poder. Dios tiene planes más grandes para ti, pero se requieren de tu fe y valentía para verlos cristalizar. Salir de nuestra zona de confort no significa ser deliberados o poco sabios, sino obedecer a la voz de Dios aunque no entiendas todos los detalles. No olvides que el Señor nunca te dejará ni te desamparará. La bendición y el propósito de Dios, esperan por ti mucho más allá de tu comodidad. Recuerda las palabras del sabio Salomón en el libro de Proverbios en el capítulo tres versos cinco al seis: Fíate de Jehová de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. Aférrate hoy de la mano de Dios y sal de tu zona de confort. Cree en lo que Dios ya te ha prometido PORQUE ÉL SIEMPRE CUMPLIRÁ… Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fraterno y feliz inicio de semana.

Pr. Jose Angel Castilla