El apóstol Pablo les entrega consejos finales a la iglesia de Tesalónica, la cual se le había indicado que un día el Señor regresaría hasta las nubes. Sea vivos o muertos para ese momento, se levantarian de las tumbas al escuchar el sonido de la trompeta o serían arrebatados de la tierra al cielo, para ese hermoso y triunfal encuentro con Jesucristo. En ese contexto el apóstol Pablo les ruega que amonesten a los perezosos, que alienten a los tímidos y cuiden con ternura a los débiles. Qué importante en la vida en Cristo es el encontrar hermanos en la fe que nos levanten los brazos cuando nos sentimos cansados o desanimados. Sólo por el Espíritu Santo, podremos tratar con ternura a los débiles y ser pacientes con todos. También se les insta a no tomar venganza en medio de las injusticias, a no perder la alegría y a no dejar de orar, cualquiera sea la circunstancia que vivamos.

“Estoy obligado a mencionar entre las curiosidades de las iglesias, que he conocido muchos Cristianos profundamente espirituales que han tenido miedo de gozarse. Algunos toman tal punto de vista de la religión que para ellos es un deber sagrado ser melancólico.” (Spurgeon)

No tengas miedo de gozarte, pero hacerlo con el genuino y verdadero gozo que viene del Señor. El mundo no sabe lo que eso significa. Se perpetúa en sus situaciones de melancolía no permitiendo que el Señor cambie la tristeza en alegría. Te invito a meditar también en la siguiente frase de Spurgeon donde vemos como el fusionar el gozo de Dios y la oración, producirá en nosotros gratitud.

“Cuando el gozo y la oración están casados el primer hijo es la gratitud.” (Spurgeon)

Finalmente no apagues, reprimas ni contristes el mover del Espíritu Santo de Dios en tú vida. Él fácilmente lo apagamos cuando: MENTIMOS, NOS AIRAMOS, ROBAMOS, MALDECIMOS, NOS AMARGAMOS, NO PERDONAMOS y cuando SOMOS INMORALES. Aviva la llama del amor por el Espíritu Santo. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Reenvía el enlace de ésta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla