
Descansar en Dios implica, confiar plenamente en Él, entregando nuestras preocupaciones, ansiedades y cargas, sabiendo que Él tiene el control. Llevarnos a descansar nuestro corazón en el Señor, es un acto de fe y rendición, en el que dejamos de depender de nuestras propias fuerzas, para apoyarnos completamente en su amor, su sabiduría y su poder. Este descanso en Dios, no implica inactividad, sino la experiencia de sentir una indescriptible paz interna, aun atravesando dificultades muy grandes. Te has preguntado amado lector: ¿Por qué el salmista nos insta de parte de Dios a quedarnos quietos? Ésto literalmente se explica como cuando enfrentabamos situaciones, que en el pasado nos traían estrés, ansiedad y preocupación. La quietud del alma es el ejercicio voluntario que nos doblega y deja a Dios ser Dios y reconoce Su gloria y Su grandeza.

Quien ha visto la grandeza y el poder de Dios, debe cerrar sus labios a la queja, la crítica o la melancolía, cuando el momento adverso aparezca. No discutas con DIOS si te han pasado cosas que no entiendes, simplemente ríndete ante él. Todos hemos vivido momentos fuertes. El mundo es inquieto y turbulento, por eso Dios nos demanda que paremos, bajemos nuestras armas y nos rindamos, porque ÉL ES NUESTRA FORTALEZA. El Señor no quiere que anulemos la razón, sino que nos sometamos a Él como el Dios grande y poderoso que es. Sea exaltado entre las naciones concluye el salmista, luego de darnos ésta lección de quietud y reposo en medio de la turbulencia que puedas estar viviendo mi querido lector. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comparte el enlace de éste mensaje con tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
0 Respuestas
Amen que buen mensaje en el momento justo.grscias Dios
Aún cuando las circunstancias de mi vida llegan a su límite y siento que no puedo más se que Dios conmigo esta dando me la fuerza para resistir en la fé 🙏🏼