La riqueza material es limitada. El salmista en ésta porción de la escritura el día de hoy, habla para todos, pero enfatiza la enseñanza hacia el  rico y el pobre juntamente. Su enfoque estaba dirigido a dar esperanza y guiar, a los que se preocupaban por las riquezas de los malvados.
Existen cuatro tipos de riqueza:

A. Riqueza en lo que tienes.

B. Riqueza en lo que haces.

C. Riqueza en lo que sabes.

D. Riqueza en lo que eres.

¿En cuál tipo de riqueza, sientes que abundas o careces?

El salmista habla en específico, de la riqueza menos importante, en la cual nos esforzamos tanto, y son las cosas materiales. Hay personas que tristemente en la vida, sólo son ricos de “cosas”. Como la mayoría de los escritos de Sabiduría, éste salmo va dirigido para todos, otros salmos alaban y oran a Dios; pero éste enseña sabiduría e inteligencia. Creo que podemos trabajar en lo que somos y en lo que sabemos. Es una locura confiar en las riquezas y envidiar a los demás, sólo por lo que tienen. Hay algo que me llama la atención en éste pasaje, y es cuando el salmista habla de los enigmas o inquietudes a los que se enfrentaba. Todos tenemos inquietudes qué resolver en la vida, pero debemos descansar en Dios, mientras le adoramos. El salmista se inspiraba en el sonido del arpa con la que componía sus melodías para el Señor. La adoración es una riqueza espiritual que define mucho de lo que somos como hijos de Dios. No temas frente a las dificultades que se te presenten. El Señor es bueno y está contigo.

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Pr. José Ángel Castilla