
El apóstol Juan en el capítulo quince del evangelio escrito por él mismo, nos compara a ramas adheridas y dependientes de la Vid Verdadera llamada Cristo Jesús. Mientras permanezcamos adheridos a esa vid, daremos mucho fruto amado lector. Sin conexión con Dios, nuestras vidas carecen de propósito eterno. Separados de nuestro Señor Jesucristo, seremos vulnerables a todo tipo de distracciones de la carne, nos desanimaremos con mucha facilidad y fluctuaremos en nuestra fe. Cuando estamos conectados a Él, encontraremos la fuerza y la dirección necesarias para vivir fieles en nuestra relación con el Señor. Cristo entonces es nuestra FUENTE DE VIDA. Permanecer conectados con él, no es opcional, sino esencial. Así como una rama no puede sobrevivir sin estar unida al tronco, nosotros no podremos enfrentar los desafíos espirituales ni cumplir nuestra misión, sino estamos arraigados en Cristo.

La vid nos alimenta, nos da identidad y nos permite producir frutos que glorifican a Dios. Pegados al Señor nos hace ser más amorosos, perdonaremos las ofensas con más facilidad y seremos perseverantes frente a toda prueba. Permanecer en Cristo, implica someter nuestra voluntad a la Suya, depender de Su poder y permitir, que Su Palabra transforme nuestra mente y corazón. Esto nos mantendrá preparados para enfrentar cualquier desafío, con esperanza y nos dará la capacidad de ser agentes de reconciliación en un mundo dividido. Estar conectados a la Vid Verdadera, nos recuerda que todos somos parte de un mismo cuerpo. Caminar con el Señor, nos fortalece y ya no damos lugar en el corazón, al orgullo, la envidia o la contienda. Reflejemos la Gloria de Dios, en nuestra familia, lugares de trabajo, estudio o en la iglesia. La unidad no es algo que podemos producir por nuestra cuenta; sino que es el fruto de una vida conectada a Cristo. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.
Pr. José Ángel Castilla
3 Respuestas
Amén así es pastor bendiciones feliz día 🙏
Sin Dios nada soy y se que sin él nada puedo hacer amén 🙏🏼
Excelente blog Pr. José Angel. Gracias por dedicar tiempo y esfuerzo a la obra de Dios. Bendiciones.