Dios se revela en las Sagradas Escrituras para que todos pudiéramos conocerlo. Nadie podría comprender a cabalidad, todo lo que fue escrito, sino tuviera la ayuda del Espíritu Santo. Él nos permite ENTENDER Su Palabra, sin embargo esa comprensión no es la meta final. Para SER TRANSFORMADOS, debemos APLICAR lo que ella nos enseña.
Cuando leemos, debemos meditar la Palabra y ponerla en práctica. Pídele amado lector, al Señor CLARIDAD y el que también puedas SER EXHORTADO y ADVERTIDO, cuando cometas un error. Hacer la voluntad de Dios para nosotros, no es tarea fácil, pero tampoco un imposible. La meta en la vida espiritual, no es sólo terminar una tarea, como por ejemplo completar un plan de lectura bíblica, sino que nos tomemos el tiempo para hacernos preguntas y escribir nuestros compromisos de lo que acabamos de leer cuando meditamos.
Te motivo a tomar porciones de la escritura y extraigas de ellos, promesas para aprender y atesorar en el corazón, pero también revisar en qué estamos fallando a la luz de lo que la Palabra nos muestra. Satura diariamente tu mente con la VERDAD de la Palabra de Dios y así, desviaras más fácilmente las MENTIRAS que el enemigo pretende instalar en tu cabeza. Cuidate mucho de las fuentes que usas para nutrir y alimentar tus pensamientos. LO QUE ENTRA A TU MENTE INFLUENCIA EL COMPORTAMIENTO. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comparte el enlace de éste mensaje con tus amigos y familiares. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla