Hay momentos en los que alguna puerta se nos ha podido cerrar ya sea en el campo laboral, personal, familiar, relacional o en las finanzas. Como seres humanos tenemos la tendencia a acostumbrarnos a ver las cosas marchar o fluir de una manera y nos quedamos en zonas de comfort donde muchas veces nos acomodamos y perdemos la fe. Nadie puede decir que le agradan los cambios sobre todo cuando éstos llegan para transformar radicalmente nuestra vida. Creo que cuando ponemos nuestros pasos, en manos del alfarero perfecto (JESÚS), los cambios no nos deben de sorprender. Piensa en los cambios que han habido, al iniciar éste año y no te argumentes ni razones en los por qué, Dios los permitió. Una de las cosas que Dios me habló en los primeros días del año, era que venía un nuevo tiempo y con una nueva temporada pues vienen también cambios que no me deben de tomar por sorpresa. Cuando hincamos la voluntad al Señor, NO HAY POR QUÉ TEMER.
Si Dios cerró una puerta, nadie podrá abrirla, NADIE. Cuando él abre una, NADIE podrá cerrarla amado lector. Abre tus manos al terminar de leer, ora y clama por recursos que llegarán a tus manos. No te lamentes por lo que Dios quitó de tu vida, con el paso del tiempo entenderás que era lo mejor. Se congruente con las oraciones que elevas a Dios y lo que tus ojos ven que está pasando. Si personas dejaron de relacionarse contigo y decidieron marcharse de tú vida y ves que no hay voluntad de reconciliación por parte de ellos, agradece a Dios porque todo obra para bien a los que lo aman. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscríbete a éste blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Dale like y deja tus comentarios al final del blog. Abrazo fraterno para todos y feliz inicio de semana.
Pr. Jose Angel Castilla
Gracias Dios amado tu eres fiel .
DIOS me abrió una puerta en otra ciudad (Laboralmente) y acá he encontrado reconciliación con seres amado y desbordar de carillo; en mis pensamientos, antes de cruzar esa puerta instalada por DIOS no vivía con tanta fraternidad como ahora.
Amén. Gracias papá porque siempre eres fiel y nunca llegas tarde.