En medio del híbrido en la forma como cada persona concibe a Dios y de paso busca su propia manera de agradar y obedecer, como creyentes debemos marcar la diferencia, ofreciendole un CORAZÓN RENDIDO. Aquí no se trata de hacer lo que nos parece correcto, sino hacer lo que Él nos ha mandado. Lo único que demuestra nuestro amor y respeto hacia Dios se denomina: OBEDIENCIA. No se trata de lo que queremos darle y ofrecerle, sino de seguir sus instrucciones. La obediencia es la señal de un corazón que se ha rendido por completo a Dios. A él no le agradan los sacrificios provenientes de un corazón desobediente. El primer rey de la nación de Israel se llamó Saúl. El creyó que podía sustituir la obediencia con holocaustos. Para el Señor pecados como la rebeldía y la obstinación son faltas de gravedad. Cuando desobedecemos, además de ignorar las órdenes de Dios, también lo estamos rechazando.

Dios honra a quienes le honran y obedecerle trae como consecuencia bendiciones y honra de parte de nuestro Señor. Aprendamos de personas en la Biblia que experimentaron la bendición de Dios, a través de su obediencia:

1. A Abraham el Señor le pidió que le ofreciera a su hijo Isaac y él obedeció sin cuestionar. Por su fe, Dios le proveyó un cordero y le dio bendiciones.

2. Noé construyó el arca, sin importar las críticas y la incredulidad de su generación. Debido a su obediencia fue salvo él y toda su familia.

3. Cristo mismo siendo el Hijo de Dios, fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por ese motivo Dios le exaltó hasta lo sumo.

En cada uno de los anteriores ejemplos de obediencia en la escritura, nos muestra que Dios no ignora la obediencia de sus hijos y entrega una poderosa recompensa que al final siempre traerá más bendición.

---

Próximamente haré el lanzamiento de mi canal de Youtube, te invito a suscribirte y ver en video mis enseñanzas del blog.

https://youtube.com/@joseangelcastilla?si=gBVOzzM0svEb_yB9

---

Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla