Cuando en nuestra vida vienen los momentos de sequía, nos apagamos y perdemos las fuerzas, aparece Dios para traer vida. El pueblo de Israel se sentía como un árbol cortado, disminuido, sin hojas ni fruto. La promesa de parte del Señor en boca del profeta Isaías fue: “Saldrá un renuevo”. El pasaje de hoy, además de ser una poderosa profecía mesiánica acerca de nuestro Señor Jesucristo, también es una promesa para todos aquellos que creemos en lo sobrenatural de Dios. El tronco cortado simboliza un final, pero en el plano espiritual es la plataforma perfecta para que Dios manifieste su Gloria. El renuevo o tronco de Isaí, representa el mover sobrenatural de Dios en donde todo parece perdido. No se amado lector, en qué áreas te sientes seco, tus sueños se apagaron y pasaron, y el cumplimiento de lo que Dios te prometió lo ves tardío. Así como el Señor levantó a Jesús para salvar al mundo, ese mismo Dios te hará retoñar tu historia desde la raíz.

Dios es Dios de nuevos comienzos y cuando decimos que todo concluyó, él apenas está iniciando. De la nada Dios creó, abrió un mar rojo para que atravesara su pueblo y del sepulcro fue levantado Jesús al tercer día. La naturaleza de Dios es restaurar y renovar, y no importa cuántos errores hayamos cometido, en Cristo siempre existirá una nueva oportunidad. Nada detiene los planes que Dios trazó para ti. El tronco de Isaí parecía estar muerto, pero la raíz continuaba viva; esto nos habla de forma contundente, que lo que Dios ha plantado en ti está sincronizado a su propósito. El brote de ése tronco, será en su tiempo. Ni la tormenta o una sequía, podrán impedir que renazca. El Espíritu sigue fluyendo en lo profundo de tu vida y corazón. Lo que Él prometió no quedará inconcluso porque él es el renuevo que nos da vida. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fuerte para todos.

Pr. José Ángel Castilla

Ayer fue el estreno de un nuevo episodio de Cápsulas de fe. Aquí te comparto el vídeo si aún no lo has visto.