
Hay dos fuerzas espirituales completamente opuestas y en conflicto permanente: las fuerzas del mal, contra los ejércitos celestiales del bien que operan a nuestro favor. Con éste conflicto invisible a nuestros ojos físicos, hay situaciones en las que experimentaremos oposición espiritual. Así le sucedió al profeta Jeremías, al inicio de su ministerio. Dios le advirtió que no sería fácil, porque tenía una difícil comisión de comunicar palabras difíciles. Pero el profeta tenía la promesa que, aunque otros lucharán contra él no lo vencerían, porque el Señor mismo sería su defensa. Esta promesa la podemos abrazar también nosotros amado lector. No se qué situación de oposición libres hoy, pero Dios es tu defensa y tu escudo. Él conoce cada desafío que libramos y nos entrega seguridad de que su presencia y poder estarán con nosotros en medio de la prueba.

El llamado profeta llorón: Jeremías, recibió fortaleza de parte de Dios en medio de la hostilidad que vivió. Tuvo un propósito claro y una misión que cumplir. El Señor le dijo que le haría fuerte, como una ciudad fortificada e inconquistable y como una columna de hierro o una pared de bronce. Las cosas no serían fáciles para Jeremías, porque se enfrentaría a reyes, funcionarios, sacerdotes y al pueblo de Judá.
Al igual que Jeremías, nosotros fuimos llamados a cumplir con su propósito de ser luz y llevar su palabra, a un mundo que se opone a sus caminos. La promesa de Dios, es que confiemos en su cuidado y sostén en cada situación.
Cuando venga el rechazo, la crítica o la prueba, recordemos que Dios es nuestro defensor. Nuestras luchas no son en nuestras fuerzas, sino en el poder de su Espíritu. Dios pelea por nosotros y asegura nuestra victoria. Mantén la calma porque él está contigo y nada nos vencerá mientras sigamos firmes en Su propósito. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Mañana tendremos en mi canal de Youtube un nuevo episodio de Cápsulas de fe. Si aún no has visto el episodio anterior aquí te lo dejo.