El salmista David comienza ésta hermosa composición, el salmo más famoso de la Biblia, comparando a Dios con un pastor. En los tiempos bíblicos, un pastor cuidaba a sus ovejas con AMOR, PROTECCIÓN Y PROVISIÓN constante. Dios es el pastor de una linda historia de amor y cuidado por nosotros, sus ovejas. Si el Señor es quien nos cuida, no nos faltará lo esencial para poder vivir: paz, dirección, provisión, amor y seguridad. David describe acerca de: “Delicados pastos” y éstos representan abundancia, descanso y alimento espiritual. Luego en el versículo tres, nos habla sobre:  “las aguas de reposo”, que simbolizan paz, calma y renovación. Nunca olvides, que Dios no solo provee a nuestras vidas, sino que también nos lleva a lugares donde podemos descansar y ser restaurados, lejos del estrés y el caos ofrecido por el mundo.

Ésta versión NTV de la escritura, nos enseña que si Jesús es nuestro pastor, tenemos TODO lo que necesitamos. Además de cuidarnos y proveer para nosotros todo lo que podamos necesitar en la vida, ese buen pastor, confortará nuestra alma. Ésto significa que Jesús nos restaura, levanta y sana desde nuestro interior. Dios renueva nuestras fuerzas internas cuando estamos quebrados, tristes o cansados. Además, nos guía por caminos correctos, no por nuestros méritos, sino por amor a su propio nombre, es decir, porque Él es fiel a su carácter. Amado lector, en éste día siéntete esa oveja cuidada, provista, amada y confortada por el gran pastor de nuestras almas y es: nuestro Señor Jesucristo. No pongas tu mirada en los hombres, confía plenamente en el único e infalible pastor que llevará tu vida a refugio seguro: ¡CRISTO PASTOR.! Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fuerte para todos.

Pr. José Ángel Castilla

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