
Anoche reflexionaba en los diferentes momentos que todos enfrentamos y que nos llevan a cargarnos, preocupamos o angustiarnos. Problemas económicos, enfermedades propias o de seres queridos, decisiones familiares difíciles o incertidumbre respecto al futuro. Todas ellas pueden cargar nuestra mente de información negativa que nos roban el gozo y la paz. Son esos momentos en que tenemos que mirar al cielo y creer que
que no estamos solos. Jesús nos dijo: “No se afanen por nada”. Llenarnos de ansiedad no añade nada positivo a nuestra vida, pero sí trae mucho desgaste amado lector. Pero cuando llevamos nuestras cargas en oración, Dios promete darnos cuidar de nosotros, trayendo a nuestros corazones, una paz que sobrepasa todo entendimiento.

El salmista lo experimentó cuando declaró: “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”. La clave para ser libre de las preocupaciones, no está en evitar los problemas, sino en confiar que el Señor es nuestro amparo y fortaleza y siempre está presente en medio de nuestras angustias. Te invito a orar intencionalmente, en esos momentos difíciles, convirtiéndo cada preocupación en una oración. También te insto a memorizar y recordar sus promesas. Suelta tus cargas, entrégaselas al Señor en oración y descansa en su paz. Nunca olvides que él te ama y está al control de todo, porque él no ha terminado contigo. Abrazo fuerte para todos.
Pr. José Ángel Castilla
Ayer fue el estreno de un nuevo episodio de Cápsulas de fe. Aquí te dejo el vídeo por si aún no lo has visto.