Todos hemos sentido miedo o hemos sido intimidados por algo o alguien. La intimidación ocurre cuando una persona o grupo con más poder, se muestra fuerte física o socialmente, haciéndonos sentir pequeños e indefensos. El miedo es una de las grandes armas que utiliza el enemigo para intimidarnos y controlarnos.

Sentir miedo es normal. Es una de las seis emociones básicas que experimentamos los seres humanos. El miedo nos advierte y protege frente a situaciones adversas y difíciles. Los héroes y los cobardes, ambos sienten el mismo miedo. La diferencia es que uno se anima a avanzar y el otro queda paralizado.

Es difícil que la gente reconozca que siente miedo. Lo que hacemos comúnmente es enmascararlo detrás de máscaras tales como: Ira, evitar compromisos, falsa tranquilidad, celos, vergüenza, desconfianza o paranoia. Podemos aprender del temor, que es una raíz profunda. Es espiritual y no viene de Dios.

La intimidación no es una actitud o disposición, es un espíritu y no podemos luchar contra el a nivel intelectual o de la voluntad. Timoteo siendo pastor en la iglesia de Éfeso se sintió intimidado por su juventud. Por eso Pablo, lo insta a avivar el fuego del don de Dios que estaba dentro de él. El temor busca controlarnos y que huyamos, tal y como le sucedió a Elías. Una mujer perversa lo intimidó lo que lo hizo huir y querer morirse.

¿A qué o a quién le tienes miedo?

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Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla