Haz un inventario de todas las cosas que tienes. Por algunas de ellas has trabajado y te has esforzado pero otras no has hecho nada y de igual forma las has recibido. El agua, el aire, la noche o el día, el mar, tantos paisajes hermosos que tiene el planeta que aunque ahora no esté permitido aún viajar a ellos por las restricciones de cuarentena, son un regalo de Dios a nuestros ojos y fueron creados para nuestro deleite.

Piensa en tus hijos, tu cónyuge o tus padres si aun viven y concluye en que sin ser perfectos o ideales, son una bendición de Dios. La Palabra nos enseña que nada podemos alcanzar sin su ayuda. Jehová nos guarde de no creernos que todo es por nuestro talento o porque hablamos bien y sabemos llegar a los demás. No planifiques nada al futuro sin hacer a Dios parte de tus planes, es un grave error de suficiencia el sólo pensar que todo es por las capacidades y la experiencia que podemos lograr éxito. El control no está en tus manos. Nunca te ufanes de logros o sentirte muy bueno en un área. Todo es gracias a Dios. TODO SE LO DEBES A EL, es un regalo POR SU GRACIA.

Pide hoy al Señor que tu vida entera sea una respuesta a su grande amor. 

Dios no ha terminado contigo. Pido bendiga tus manos, te de sabiduría en lo que emprendas, te de nuevas y creativas oportunidades de negocio en este tiempo transitorio. Que la provisión material o un empleo venga producto y respuesta de Dios a tu oración y a tu esfuerzo en buscarlo.

Abrazo fraterno. Suscríbete, comenta y comparte con otros. Feliz fin de semana.

Pr. José Ángel Castilla