
Muchos cuando leemos el evangelio, tendemos a no detenernos en la genealogía de Jesús, porque quizás sólo leemos “nombres y más nombres”. El evangelio según San Mateo inicia con una lista de nombres de personas muy particular, para demostrarle a los judíos quién era Jesús. Por eso inicia su libro con una genealogía, porque para un judío el Mesías debía cumplir tres requisitos:
* Ser descendiente de Abraham.
* Ser descendiente de David.
* Llegar en el tiempo correcto de Dios.
Mateo nos muestra en la genealogía tres etapas: De Abraham a David, aquí se da el surgimiento del pueblo y la promesa de un Rey. Luego del Rey David al tiempo en donde el pueblo estuvo en el exilio. En ésta segunda etapa, vemos la caída del reino. Finalmente la tercera etapa, va del exilio a Cristo, es decir, la restauración y la esperanza. Dios prometió bendecir a todas las naciones, mediante un descendiente que proviniera del linaje de Abraham.

También podemos analizar en el pasaje de hoy, que Dios se revela y le hace aAbraham varias promesas eternas:
* Le promete una TIERRA.
* Le promete hacer de él una gran NACIÓN.
* Le promete darle UN NOMBRE y exaltarlo. * Le promete ser de BENDICIÓN PARA TODAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA.
Pero indiscutiblemente, la MAYOR PROMESA CON SU RESPECTIVO CUMPLIMIENTO, está EN LA PERSONA DE JESÚS. De hecho, todo el pacto abrahámico tenía una dirección profética y era la persona de nuestro Señor: Jesucristo. El es LA SIMIENTE PROMETIDA, viene de la línea de Abraham. Es el heredero legítimo de todas las promesas hechas al patriarca. En Cristo se cumple la bendición para todas las naciones. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fraterno para todos.
Pr. José Ángel Castilla