La geografía de Israel trae una lección muy especial respecto al DAR Y RECIBIR. El Rio Jordán nace en el Monte Hermón. En su recorrido alimenta al Mar de Galilea y finaliza desembocando en el punto más bajo y sin vida de toda la tierra: EL MAR MUERTO.
Ser estanques de agua salobre que sólo reciben pero no entregan NADA. BENDITOS EGOÍSTAS que no bendicen a nadie. ¿Para qué pides entonces BENDICION? Todo lo recibido se te estanca, pudre y se te vuelve una bendición salobre, sin vida y sin propósito.

Estamos llamados a hacer lo bueno, bendecir a los demás (primero la familia biológica y luego la de la fe) conforme a lo que Dios nos ha dado. No somos un MAR MUERTO, sino canales cuyas aguas fluyen y siempre están en movimiento, porque recibimos y entregamos.

Desde que comprendí la revelación de dar, he abierto las puertas de mi vida a ayudar a quien me ha pedido. Si no tengo, busco la forma de ser puente entre quien puede bendecir y el necesitado. La Biblia nos enseña a dar a quien nos pida y no retener de lo recibido del Señor.

El grave problema de este mundo ES EL AFÁN POR LA RIQUEZA Y EL PODER. Un sistema de señorío que oprime al pobre y al necesitado. Quien mas tiene, mas quiere. Por eso Jesús dice que difícilmente un RICO, entrará en el Reino de los cielos.

El dinero es un simple medio. NO HACE PERSONAS. No entenderlo DAÑA EL CORAZÓN ya que la raíz de todo mal es el amor al mismo.

Renuncia al egoísmo e idolatría a la plata. Alguien necesita de lo que tienes. Si por dar te pagaron mal en el pasado y no te dieron las gracias, sigue bendiciendo. Eres un Monte Hermón, no un Mar Muerto.

Jesús sanó a varios leprosos, pero solo uno se devolvió a decir: GRACIAS. Se como ese leproso agradecido y hoy sigue sembrando con generosidad y amor. Agradece y honra a quién te tendió la mano y enfócate en que cuando bendices a alguien lo estas haciendo para Dios.

Cosechamos si no nos damos por vencidos. Dios te bendiga, El no ha terminado contigo.

Abrazo fuerte.

Pr. José Ángel Castilla.