Prepararnos para la venida de nuestro amado Jesucristo, debe ser una prioridad para nosotros como su novia e iglesia. El encuentro triunfal con ese novio en las nubes, luego de ser arrebatados de ésta tierra, es un acontecimiento que nos debe llenar de fe y esperanza que lo que el Señor prometió se cumplirá. Regocíjate amado lector, porque somos la novia del Cordero y el gran anhelo de nuestro corazón, será participar de esa “boda eterna” que nos fue prometida. El pasaje de hoy, nos muestra a una novia deseosa e intensa de encontrarse con su amado. Lo buscó por la noche, al amanecer, se levanta, corre y no halla descanso hasta encontrar al amado de su alma. Esa intensa y enamorada novia, nos representa a nosotros como iglesia. Una novia ardiente y apasionada que está a la expectativa del encuentro y regreso de su novio. En los tiempos de Moisés, el pueblo de Israel fue instruido a lavar sus vestidos y santificarse, antes de que Dios descendiera en el monte Sinaí. Hoy nosotros debemos también prepararnos y no descuidar nuestra vida íntima. La gloria manifiesta de Dios, no desciende sobre el abandono, y la improvisación. Prepararnos espiritualmente, antecede a su manifestación.

La amada descrita en el libro de Cantares, buscó al amado, cuando todos descansaban y a pesar de su intencionalidad es intensidad, no lo encontró. Hay momentos en nuestra búsqueda de Dios, que sentiremos que no lo encontramos o que no nos ha hablado. Aún en medio de su silencio y aparentes retrasos, el Señor tiene todo calculado. En la espera nuestra paciencia será forjada, seremos purificados y el carácter buscará parecerse al de Jesús. Cuando le buscamos genuinamente, Dios nota la sinceridad y anhelo de búsqueda por lo que Él es, y no sólo por las cosas que nos da. Prepararnos para su gloriosa venida, implica buscarle en todas las situaciones: En la noche de la prueba, en el silencio de la oración, en el sacrificio de la obediencia. Busca con anhelo y pasión al Señor y lo encontrarás. Enamórate de él cada día de tu vida. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Abrazo fuerte para todos.

Pr. José Ángel Castilla

No te pierdas mañana de un nuevo episodio de Cápsulas de fe. Aquí te dejo el vídeo de la semana pasada.